Sopa de miso: un clásico cargado de nutrientes
Ingredientes
- 1 cebolla picada finamente
- 1 zanahoria en rodajas finas
- 1 hoja de col cortada en juliana
- 5 cm de alga wakame, remojada y cortada en pequeños trozos
- 1 litro de agua filtrada o mineral
- 1 cucharada de aceite de oliva o de sésamo
- 1 cucharada de miso de cebada (no pasteurizado)
- Perejil fresco picado
Preparar la sopa clásica de miso
Calentar en una cacerola el aceite de oliva y añadir la cebolla picada, saltearla durante 5 minutos y añadir una pizca de sal del Himalaya. A continuación añadir la col, la zanahoria y el alga y cubrir con agua. Tapar y dejar hervir a fuego medio durante 15 minutos.
En un bol colocar el miso y diluirlo con un poco del caldo. Añadirlo a la sopa y dejar cocer a fuego lento sin que hierva durante 3 minutos.
Servir caliente con el perejil fresco picado finamente.
Variantes que se pueden realizar con la preparación de esta sopa
Esta receta es la sopa clásica de miso, pero podemos utilizar cuantos ingredientes se nos ocurra a la hora de elaborar nuestra sopa de miso. Por ejemplo podemos añadir jengibre picado, germinados e incluso utilizar otras verduras como:
Apio, puerro, cebolleta, calabaza, hinojo, setas de todo tipo, legumbres, cereales, tofu o los fideos soba.
Propiedades nutricionales de la sopa de miso
Se trata de una sopa que tonifica la energía, remineraliza y alcaliniza. Activa la circulación sanguínea y elimina el cansancio.
Aporta importantes propiedades antirradiactivas y elimina metales pesados del organismo. Potencia la digestión y tonifica los riñones.
Si se le añade seta shiitake ayuda a relajar y desintoxica el hígado, rebaja la hipertensión y ayuda en la eliminación del exceso de proteína animal acumulada en el organismo.
Fuente: esta receta ha sido extraída y adaptada del libro «Revitalízate» del Dr. Jorge Pérez Calvo