Alimentos híbridos y sus consecuencias para la salud y el planeta
En mi libro Los aditivos y otros venenos, ¿necesarios? (Mandala Ediciones, 2013) dedico todo un capítulo al polémico tema de los alimentos transgénicos. En él explico no sólo científicamente qué son, cómo se crean, qué consecuencias inesperadas tendrán para nuestra salud y el planeta y por qué fueron creados. Y explico en un momento dado también, qué es un alimento híbrido y cómo se crea.
Con la última tendencia de la “alimentación saludable, healthy y eco-bio-orgánica” la industria vuelve a ser capaz otra vez de encontrar un nuevo y productivo nicho de negocio con el cual seguir llenándose los bolsillos.
Ahora a consecuencia del auge de consumidores incautos que confunden el último grito de la moda de la comida “healthy” con las garras de una industria que no pone nada en las estanterías de los supermercados por azar o (desde luego que no) porque les mueva el interés y reclamo de los consumidores a esperar disponer de verdad (y sin engaños) alimentos saludables de una vez por todas.
En unos pocos meses estoy viendo como ahora los alimentos híbridos están llenando las estanterías de los supermercados, y lo que es peor como los están anunciando como alimentos sanos, orgánicos y sin ningún peligro para la salud o el planeta.
Es más resaltan los dudosos beneficios de haber cruzado una especie de hortaliza con otra y así conseguir potenciar sus buenos efectos para la salud. Aquí es donde vemos, cómo otra vez la industria apuesta por el marketing estratégico donde pone al servicio de los beneficios económicos que esperan obtener, todo eslogan válido sea éste cierto o dudoso, o no.
Pero, ¿qué es un alimento híbrido?
Si bien un alimento transgénico es aquel que ha sido sometido por mano del hombre en un laboratorio a introducir en sus células un gen externo a él para dar lugar a una nueva variedad o especie, los híbridos tienen en cambio varias acepciones. En mi libro de los aditivos es donde explico que un híbrido a diferencia de un transgénico, es la “forma natural de generar un organismo modificado genéticamente” en teoría sin la intervención de la mano del hombre.
Para que un híbrido tenga lugar en la naturaleza, se deben dar ciertas condiciones (clima, especies, suelo, etc.) y su cruce debe ser totalmente natural a partir de la polinización orgánica (sin intervención de la mano del hombre).
De hecho en nuestra historia podemos ver cómo de forma natural se han dado a lo largo de muchos, muchos años (cientos de miles en algunos casos) especies que son híbridos naturales nacidos por las circunstancias de adaptación al medio (aquí es donde un híbrido que se da de forma totalmente natural sin intervención de la mano del hombre, tiene su total coherencia: evolución/adaptación).
Hasta aquí todo bien, se aprecia el equilibrio y la sabiduría de la propia tierra y la naturaleza en la preservación y evolución de las especies para su conservación y adaptación.
Los problemas empiezan, como prácticamente en todo, con la intervención de la mano del hombre.
Cuando un híbrido es producido por el cruce de dos especies de semillas que han sido manipuladas por el hombre, desde mi punto de vista y conocimientos, no estamos pues ante el origen natural de una nueva especie, sino ante una producida por la mano del hombre.
Es algo similar a crear un primo-hermano de un transgénico pero con la justificación de que los híbridos son “naturales” porque se cruzan (normalmente semillas de la misma familia vegetal o animal).
No obstante se sabe que el fruto de un cruce así suele ser completamente estéril y esto debería bastar para darnos cuenta de que, si no está hecho cien por cien por la madre naturaleza, no puede ser bueno.
Por mucho que la industria se empeñe en llamarlos “alimentos orgánicos”, están muy lejos de llegar a ser tan saludables como nos quieren vender que son.
Así como desconocemos ampliamente las consecuencias que nos traerán los alimentos y cultivos transgénicos en los próximos años, tampoco sabemos muy bien qué podemos esperar de los híbridos creados por la mano del hombre de aquí a unas décadas.
En mi opinión nada que no haya sido concebido puramente por la propia naturaleza (sin ningún tipo de intervención por parte del hombre) puede ser sano para nosotros, nuestra salud y el planeta. No nos engañemos. Por mucho que nos digan que si tienen el doble de propiedades o beneficios para salud, muy ignorantes han de ser quiénes se crean semejantes patrañas.
Para que un híbrido sea bueno para la salud y el planeta y además exista de forma completamente natural, se necesitan cientos de años de evolución entre semillas (y las condiciones adecuadas y razones naturales que justifiquen tal evolución taxonómica), y no la mano siempre dañina e interesada del hombre.
Los nuevos alimentos híbridos que se anuncian como alimentos bio y “ súper healthy”
Especialmente preocupante y más aún, cuando aparecen anunciados en los estantes de muchos supermercados bio como un alimento sano, natural y orgánico. En muchos de estos establecimientos se están vendiendo alimentos híbridos como bio y saludables, cuando realmente no lo son.
Investigando un poco más a fondo la cuestión, descubro espantada que hay empresas que, como la gran conocida de los transgénicos, también se especializan en el desarrollo y creación de estos híbridos, que ahora están comercializando como la gran panacea biológica.
Esto es indignante. La gente cree lo que le cuentan y muchos ni siquiera se plantean contrastar información que les aporte datos más reales.
Uno de los híbridos que más me llamo la atención fue sin duda el “kalette” que además de ser una mezcla entre la kale y la col de Bruselas es marca patentada de una empresa británica llamada Tozer Seeds. Otro de los híbridos del momento es el “bimi o broccolini” mezcla del brócoli y una col china llamada kai-lan, invento de la Sakata Seed Company (Japón).
En su página web podemos ver además que esta empresa cuenta con otras variedades de híbridos. Incluso han tenido el mal atino de darle un premio (al bimi, supuesta panacea anticancerígena). Ni hablar de los precios desorbitados de estos novedosos y “súper-healthy alimentos”.
Por si fuera poco, la lista de los híbridos “modernos” que están empezando a desfilar por nuestros supermercados tanto bio como normales, se amplía con una rapidez preocupante: las pineberry, una fresa con sabor a piña (de precio escandaloso) o cosas como el tangelo (cruce entre pomelo y mandarina) se convertirán en algo común en nuestros supermercados de aquí a unos pocos años.
Lo peor es que todo lo que la industria cuente al respecto será lo que la inmensa mayoría se crea, pero este es siempre su principal objetivo, pues garantizan así sus ventas y por tanto sus irrenunciables ganancias en post de la salud de los consumidores, ahora mediante la explotación sin medida ni ética ninguna (como siempre) de lo «bio».
Consecuencias y límite entre lo híbrido natural y lo híbrido creado por el hombre
Así como ya lo hizo hace décadas con las grasas saturadas o el azúcar, la industria alimentaria acostumbra a pagar a empresas auditoras (no independientes lógicamente) que certifiquen los propios resultados, de sus propios estudios avalando los extraordinarios beneficios de las porquerías que venden. Esto mismo pasará con cualquier alimento nuevo que creen, siempre. Hasta que pasados muchos muchos años, la mentira salga a la luz, como viene sucediendo.
Pero para entonces, será otra vez muy tarde… Me sorprende por una parte ver cómo la industria sigue saliéndose con la suya y por otra, como los consumidores con todo lo que se sabe hoy en día y a toda la información que se tiene acceso, sigan creyéndose sus mentiras.
Porque sólo hay que poner en el buscador de google las palabras “kalettes” o “bimi” para encontrarse una ingente cantidad de entradas resaltando sus supuestos beneficios y curiosamente no por parte de la industria, sino por parte de los propios consumidores (ignorantes bien engañados) que se creen todo lo que les cuentan, sin ponerlo en duda o investigar en profundidad cuánto de verdad hay en todo lo que replican sin más.
Tal y como está sucediendo con los transgénicos, que suscitaron dudas y con los años se han ido conociendo sus terribles efectos tanto para la salud como para el planeta, lo mismo pasará con estos “híbridos” creados por el hombre (que no por la naturaleza).
Porque nada que no esté plenamente creado por la propia madre natura, puede en definitiva ser bueno para el ser humano y su hábitat.
Cito a continuación un interesante extracto del artículo de elcuidadano.cl del 25 de julio de 2011: “Alimentos híbridos: ¿Parientes cercanos de los transgénicos?»
“Según Sergio Álamos, del Centro de Desarrollo Biotecnológico de la Universidad Católica del Norte, el cruce de especies naturales generó un cambio sustancial en la calidad y productividad de los vegetales, sin embargo sostiene que esto también es un daño a nuestro patrimonio agrícola, “ya que por medio de estas fusiones se están extinguiendo especies autóctonas de nuestra tierra y por sobre todo, adulterando el mapa genético de las especies”.
Por su parte, el biotecnólogo de la Universidad de Los Lagos, Luis Patricio Hernández, argumenta que el desarrollo de los cultivos híbridos causa un daño al medio ambiente “por promover también el uso de fuertes plaguicidas y repelentes químicos al igual que los transgénicos”.
“Asimismo, Álamos enfatiza que no se puede hablar de un producto natural dado que existe creación de una especie por medio de la cruza de dos variedades distintas. “Es ilegítimo comercializar estos vegetales como orgánicos o naturales ya que son producto de una intervención genética”.
Ante esto, la nutricionista Marcela Fernández sostiene que no es difícil distinguir un vegetal cien por ciento natural de un híbrido, ya que “a simple vista se puede apreciar que los alimentos orgánicos siempre tendrán aroma, color y sabor mucho más definido y su cuerpo será mucho más carnoso y jugoso, además dada la aprobación del proyecto de etiquetado de alimentos, por ley los productores tendrán que distinguir cuáles son naturales y los que no lo son”.
Tanto Álamos como Hernández recalcan que no existen estudios, ni en Chile ni en el extranjero, que indiquen que el desarrollo de híbridos afecte nuestra salud, pero sí coinciden en que su desarrollo está liderado por una industria lucrativa”
Pero por mucho que busquemos en la red no hay ningún tipo de información en contra de lo buenos que son los híbridos para la salud. ¿Curioso, no?…
En mi opinión estos nuevos inventos de la biotecnología alimentaria, no se merecen ninguna oportunidad dentro de una verdadera cocina y “alimentación sana y natural”, y no te dejes engañar, incluso aunque te lo vendan en ese estupendo súper bio, eso no querrá decir en absoluto que sea ni bio ni healthy.
Bibliografía
- Híbridos y transgénicos, ¿es biológicamente lo mismo?
- Diferencias entre semillas orgánicas, híbridas y transgénicas
- Efectos en la salud de la mutación del trigo, ¿biotecnología o biodinámica?
- Alimentos híbridos: ¿Parientes cercanos de los transgénicos?
- Los aditivos y otros venenos, ¿necesarios? de Paula Pencef Pérez (Mandala Ediciones, 2013), Capítulo 6 Transgénesis o alimentos transgénicos
Sin duda un excelente análisis
Gracias Alberto por leer La Cocina Ortomolecular! Un saludo!